La cabeza siempre debe estar recta, bien alta y alineada con la columna vertebral. Mantener los hombros relajados y mirada siempre al frente. Se trata de mantener una postura erguida con una ligera inclinación del tronco hacia delante, posición que facilita la entrada de aire al cuerpo. Se recomienda no mirar continuamente al piso ya que se estará inclinando la cabeza forzando la musculatura de los hombros. Tampoco echar la cabeza hacia atrás ni balancearla constantemente de un lado a otro.
La estabilización del tronco es esencial en la carrera para poder realizarla con soltura y eficacia. Se debe intentar tenerlo vertical como mucho una pequeña inclinación hacia delante pero sin ser muy pronunciada, ya que nos puede ocasionar dolores. Uno de los principales errores del corredor es echar mucho el cuerpo hacia delante cuando aparece la fatiga, pero en estas situaciones es cuando mas se deben exagerar los movimientos para realizar una correcta técnica y ahorrar la mayor energía posible.
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